Proyecto de ley de Nueva York apunta a las suscripciones a funciones de automóviles, pero pueden persistir lagunas

3

Los legisladores de Nueva York están intentando proteger a los compradores de automóviles de una tendencia creciente: tarifas de suscripción para funciones ya integradas en los vehículos. Un nuevo proyecto de ley, el Proyecto de Ley de la Asamblea A1095, tiene como objetivo evitar que los fabricantes de automóviles cobren tarifas mensuales por funcionalidades que deberían funcionar de inmediato. Sin embargo, exenciones importantes podrían socavar la eficacia de la ley.

El problema con las suscripciones de automóviles

Los automóviles modernos dependen cada vez más del software para controlar las funciones básicas, y los fabricantes de automóviles han comenzado a bloquear algunas funciones detrás de muros de pago. Lo que antes era estándar, como asientos con calefacción, sistemas avanzados de asistencia al conductor o incluso mejoras básicas en el rendimiento del motor, ahora requiere una suscripción recurrente. Esta práctica frustra a los consumidores que se sienten desvalorizados por las características que ya pagaron con el precio de compra del vehículo.

Cómo funciona (y no funciona) el proyecto de ley

La ley propuesta prohibiría a los fabricantes de automóviles cobrar más por funciones que funcionan completamente con el hardware existente. Si un automóvil tiene la capacidad física, el fabricante no podría imponer una tarifa mensual para activarlo. Esto apunta a casos obvios en los que una función se desactiva deliberadamente después de la compra.

Sin embargo, el proyecto de ley incluye amplias excepciones que debilitan su impacto:

  • Actualizaciones de navegación, entretenimiento y conectividad: Las suscripciones a navegación, radio satelital, Wi-Fi y telemática no se modifican.
  • Funciones dependientes del software: Fundamentalmente, la ley exime los sistemas de asistencia al conductor como el Super Cruise de GM, así como cualquier función que dependa de redes celulares o de datos. Esto significa que los fabricantes de automóviles podrían seguir cobrando legalmente por herramientas avanzadas de seguridad y automatización.

Probable respuesta de los fabricantes de automóviles

Las exenciones crean un camino claro para que los fabricantes de automóviles eludan la ley. Al vincular más funciones al software o a las conexiones de datos, pueden justificar las tarifas de suscripción continuas incluso para funciones que estaban técnicamente disponibles en el momento de la compra. Las actualizaciones inalámbricas, si bien mejoran los vehículos, dependen inherentemente del software y, por lo tanto, quedan fuera de la protección del proyecto de ley.

“Los fabricantes de automóviles probablemente explotarán las lagunas jurídicas para seguir monetizando características que deberían incluirse en el vehículo”, dice el analista de la industria Ben Carter. “El proyecto de ley es un gesto simbólico más que una solución real”.

¿Qué sigue?

El proyecto de ley fue aprobado por la legislatura de Nueva York y espera la firma del gobernador. Incluso si se promulga, su impacto probablemente estará limitado por las exenciones existentes. Esto pone de relieve un problema mayor: el poder cada vez mayor del software en los vehículos modernos y la capacidad de los fabricantes de controlar el acceso a la funcionalidad mucho después del punto de venta.

La medida para frenar los servicios de suscripción de automóviles puede no ser tan eficaz como se esperaba, pero plantea la cuestión de si los compradores de automóviles deberían ser propietarios absolutos de sus vehículos o simplemente alquilar funciones a los fabricantes de automóviles.