La industria automovilística del Reino Unido advierte que una propuesta de impuesto de pago por milla sobre los vehículos eléctricos (EV) podría perjudicar gravemente el reciente progreso del sector. La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT, por sus siglas en inglés) considera que el nuevo impuesto, que se anunciará en el Presupuesto de Otoño de la Canciller Rachel Reeves, es un paso contraproducente que puede borrar los recientes avances en la adopción de vehículos eléctricos.
Detalles fiscales y preocupaciones de la industria
Según el plan, los conductores de vehículos eléctricos se enfrentarán a un cargo de 3 peniques por milla a partir de 2028. Esto se suma al impuesto especial anual sobre vehículos (VED) de £ 195 existente que ya se aplica a los vehículos eléctricos. Para alguien que conduce 8.000 millas al año, esto resultaría en una factura de impuestos anual de £435, un aumento significativo en comparación con los cargos del año pasado para los propietarios de vehículos eléctricos.
El SMMT sostiene que este impuesto “señala injustamente a los coches eléctricos” y disuadirá a los compradores potenciales de cambiarse a vehículos eléctricos. Esto es particularmente preocupante dado el impulso del gobierno para aumentar las ventas de vehículos eléctricos a través del mandato de vehículos de cero emisiones (ZEV). El mandato exige que los fabricantes de automóviles alcancen objetivos de ventas de vehículos eléctricos cada vez más estrictos: 28% en 2025, aumento al 80% en 2030, con una transición completa para 2035.
Señales contradictorias del gobierno
El impuesto propuesto se presenta a pesar de las recientes iniciativas proautomotrices del gobierno. Estos incluyen un fondo de innovación de £2,500 millones, acuerdos comerciales favorables con Estados Unidos e India, ajustes al marco del mandato ZEV y una nueva subvención para automóviles eléctricos (ECG). La SMMT reconoce estas medidas como evidencia del compromiso del gobierno con la importancia económica del sector automotriz y los esfuerzos de descarbonización. Sin embargo, advierten que el impuesto de pago por milla socava estos pasos positivos.
El impuesto tiene como objetivo recuperar los ingresos perdidos a medida que los automovilistas pasan de los automóviles de gasolina y diésel a los vehículos eléctricos. El gobierno prevé perder 400.000 ventas de vehículos eléctricos como resultado del nuevo impuesto.
Por qué esto es importante
La industria automotriz del Reino Unido es una parte crucial de la economía y las políticas gubernamentales sobre vehículos eléctricos son clave para un futuro sostenible. Este impuesto de pago por milla podría sofocar la transición a los vehículos eléctricos, haciendo que el mandato ZEV sea más difícil de lograr y potencialmente dañando la trayectoria de crecimiento de la industria. El conflicto entre fomentar la adopción de vehículos eléctricos mediante incentivos y gravarlos hasta la obsolescencia crea incertidumbre tanto para los fabricantes de automóviles como para los consumidores.
El gobierno se encuentra ahora en el proceso de consulta pública antes de implementar este impuesto. Es probable que la industria automotriz continúe retrocediendo, argumentando que esta medida no solo desalentará la adopción de vehículos eléctricos, sino que también socavará los objetivos más amplios de descarbonización del Reino Unido.























